¡Ya es Navidad! Esa época del año que hace que los amigos se reencuentren, que las familias se unan y en la que ilusión y las promesas invadan nuestras casas y nuestras mentes -o no-. Nos planteamos buenos propósitos como los tradicionales abandonar los vicios, perder los kilos que sobran, aprender idiomas, hacer deporte o emprender aventuras, proyectos y trabajos -o no-.
Hoy nos paramos a pensar en que es tiempo de compartir en familia y en que no solo familia son esas personas que se llaman padres, hermanos, tíos y primos. También lo son aquellas a las que elegimos en nuestro camino, a los amigos, tanto a los que ves a diario, como con los que hace tiempo que no coincides aún viviendo a dos manzanas. Hablamos de esas personas que están cuando las necesitas y, a veces, puedes hallarlas donde menos las esperas como en la oficina, junto a tu ordenador, entre reuniones y objetivos que cumplir. Y más lejos o cerca aún, según como se mire, tras un nick en una red social.
En Influencity nos hemos juntado un pequeño grupo de personas en torno a la misma mesa cada día, compartiendo horas, ilusiones, esfuerzo y mucho entusiasmo. Y son tantas que en solo unos meses ya formamos unos de otros parte de nuestras familias, esa que sí elegimos y por la que seguiremos luchando por muchos años que pasen. Y entre estos lazos miles de personas se han ido colando. Miles de usuarios de las redes, nicks, líderes de opinión que han hecho y hacen que nuestro trabajo tenga sentido.
También todos vosotros, influencers y marcas, formáis parte de nuestra familia a quienes queremos cuidar y mimar, para quienes deseamos lo mejor y para quienes siempre estaremos.
Igualmente, quien se mueve y crea en las redes sociales sabe bien lo importante que es el apoyo de la comunidad que le sigue y arropa. Habrá comprobado en más de una ocasión el subidón de sentirse de un modo u otro viral, impulsado por sus followers, sus RT, likes o compartidos. Y en esa camino, la decepción, la reconciliación, la pérdida y la victoria, el silencio y el ruido, la alegría y la añoranza. Sentimientos y momentos que todos, tarde o temprano, vivimos con la gente que nos importa.
Es Navidad y hay muchos momentos que se antojan dignos de fotografía, comentario, análisis, vídeo… Una manera especial de hacer llegar el agradecimiento por el calor y las lecciones recibidas en esa otra vida, en la online, es utilizando las redes, con un ojo en 2015 y a los nuevos y buenos propósitos de futuro.
¡Feliz Navidad, familia!