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86 min read     agosto 21, 2025     ago 21, 2025

IKEA y su estrategia de contenido en redes sociales: cuando el branding empieza en casa

Cuando pensamos en IKEA, es fácil imaginar muebles funcionales, precios accesibles y ese paseo inevitable por pasillos interminables llenos de inspiración. Pero lo que muchas marcas aún no han logrado —y que IKEA sí— es trasladar toda esa experiencia de marca al entorno digital. Especialmente en redes sociales, donde su presencia no solo es fuerte, sino profundamente estratégica.

En este artículo analizamos la estrategia de redes sociales de IKEA y cómo ha logrado convertirse en una marca que no solo se ve, sino que se siente cercana, útil y culturalmente relevante en los feeds de millones de personas.

IKEA entiende que vender no es lo mismo que conectar

A lo largo del tiempo he visto que la mayoría de marcas en redes sociales se limitan a mostrar productos, lanzar ofertas o repetir mensajes corporativos. Pero IKEA va mucho más allá. Su contenido está pensado para:

  • Inspirar estilos de vida, no solo mostrar productos

  • Reflejar situaciones reales del hogar, con humor o sensibilidad

  • Fomentar una relación emocional con su audiencia

Este enfoque humaniza la marca y la hace más relevante, incluso cuando el objetivo final sigue siendo vender. En vez de empujar un sofá, IKEA muestra cómo ese sofá forma parte de una tarde de lectura, una siesta o un juego con niños.

Si hay algo que me gusta de la estrategia de contenido en redes sociales de IKEA, es el humor. No es un humor forzado, no es el típico chiste corporativo que nadie entiende. Es un tono natural, muy local y sin necesidad de pasarse de gracioso para funcionar.

Por ejemplo, en esta publicación que hace referencia a la canción tan famosa de “Sevilla tiene un color especial”, deciden cambiar una palabra para hacer un guiño que cualquiera que haya sobrevivido a un verano en el sur entiende al instante. Y lo mejor es que el producto —una sombrilla de 11,99 €— está ahí, pero ni molesta ni empuja la venta. Si la necesitas, lo sabes. Si no, al menos te has reído.

O esta otra, de “Antes de convertir a tu vecino en jardinero, piénsalo dos veces”, haciendo referencia a todas esas veces que has dejado las plantas a alguien en vacaciones. IKEA lo convierte en un insight gracioso, muy real, y encima te mete la maceta con autorriego sin que suene a promo.

Este tipo de contenido es el que:

  • Conecta con cosas que de verdad vivimos.

  • Usa expresiones que suenan a calle, no a marca.

  • Es tan visual y directo que te lo guardas, lo comentas o lo compartes sin pensarlo.

 

Adaptarse sin perder la esencia

Algo que siempre me ha llamado la atención de IKEA es cómo logra sentirse cercana sin importar en qué parte del mundo estés. Aunque es una marca gigantesca, con presencia global, sabe muy bien cómo adaptar su voz y sus mensajes para conectar con cada país. Y no me refiero solo a traducir el idioma: va mucho más allá.

En cada lugar, IKEA habla nuestro lenguaje, usa nuestras referencias culturales y entiende nuestras costumbres. Por ejemplo, en España es muy común ver campañas llenas de humor, con guiños al día a día y ese toque hogareño tan nuestro.

En cambio, en los países nórdicos, el enfoque es más sobrio, más centrado en la funcionalidad y el diseño limpio pero siempre con un toque de color.

En Estados Unidos, su contenido suele resaltar la practicidad y el “hazlo tú mismo”, con énfasis en soluciones rápidas para espacios pequeños.

En mercados asiáticos como Japón o China, IKEA adapta sus mensajes a estilos de vida urbanos y compactos, con productos pensados para hogares reducidos y una comunicación más visual, directa y funcional. No cambia la esencia, pero sí la forma de contarla.

Creo que ahí está gran parte de su éxito: en cómo consigue mantener una identidad global clara, pero sin perder nunca esa sensibilidad local. Esta manera de adaptarse está muy presente en su estrategia de contenido de redes sociales, y se nota. Sentimos que nos habla directamente, como si nos conociera. Y eso, en el mundo digital de hoy, vale muchísimo.

Narrativas centradas en la vida en casa

IKEA es que no vende muebles: cuenta historias. Sus publicaciones giran en torno a lo cotidiano, a las pequeñas cosas que vivimos puertas adentro, y que muchas veces damos por sentadas. Habla de hábitos, rutinas, emociones... y todo lo hace desde un lugar muy real, muy humano.

En su estrategia de contenido de redes sociales, IKEA pone el foco en escenas que cualquiera podría reconocer: cómo organizar una cocina pequeña sin perder la cabeza, cómo convertir el salón en una zona de juegos improvisada, o cómo sobrevivir al caos de tener niños, mascotas y teletrabajo todo al mismo tiempo. No idealiza la vida en casa, la muestra tal como es, con sus luces y sus sombras, y eso conecta.

Esa manera de narrar lo cotidiano, de mostrar la vida real con un toque de humor o ternura, hace que muchos nos veamos reflejados. Y cuando una marca consigue eso, deja de ser solo una tienda para convertirse en parte de tu día a día.

Una estética reconocible en cualquier formato

Si hay algo que distingue a IKEA en redes sociales es su estética. Limpia, funcional, luminosa… es como si cada publicación respirara el mismo aire que sus tiendas. No importa si estás viendo una story en Instagram, un reel o un TikTok: sabes al instante que es contenido de IKEA, incluso antes de ver el logo.

Esa coherencia visual no es casual. Forma parte de una estrategia de contenido de redes sociales muy bien pensada, donde cada imagen, cada encuadre y cada color refuerzan su personalidad de marca. No se trata solo de “verse bonito”, sino de transmitir una forma de vivir el hogar: ordenada, práctica, acogedora.

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Y lo mejor es que esa estética no se siente forzada. Tiene ese equilibrio entre lo aspiracional y lo realista, como si te invitaran a imaginar tu casa un poco más cómoda, un poco más tú. Ese cuidado por los detalles visuales, sin perder naturalidad, es otra de las razones por las que su contenido funciona tan bien.

Una estrategia para cada red social

Lo interesante de IKEA es que no publica lo mismo en todas partes. Adapta su contenido según la red social, el público que la usa y el tipo de interacción que quiere generar. Y eso, cuando se hace bien, marca una gran diferencia.

En TikTok, por ejemplo, apuesta por un tono desenfadado y creativo. Colabora con influencers y creadores de contenido que muestran productos de forma natural, en su día a día, con hacks, ideas de decoración o challenges. Es contenido que entretiene, pero también inspira, y lo hace en un lenguaje muy propio de la plataforma.

En Instagram, mantiene su estética cuidada y su enfoque visual, pero lo combina con cercanía. Utiliza reels, stories y carruseles para mostrar desde espacios decorados hasta consejos de orden o ideas para aprovechar metros cuadrados. Todo muy visual, muy práctico y pensado para el scroll rápido.

En Pinterest, se enfoca más en lo aspiracional. Aquí encontramos moodboards, ideas de decoración por estilo o temporada, y enlaces directos a productos. Es una red donde IKEA se posiciona como fuente de inspiración para quienes están planificando cambios en casa.

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En YouTube, sus vídeos suelen tener más profundidad. Desde tutoriales hasta campañas emocionales o recorridos por espacios reales, la marca aprovecha el formato largo para contar historias más completas.

Y en X (antes Twitter), aunque menos protagonista, mantiene una presencia más informativa y ocasionalmente divertida, respondiendo con ingenio a la conversación digital del momento.

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Esta diversificación no es casual. Forma parte de una estrategia de contenido de redes sociales que entiende que cada canal tiene su propio lenguaje, y que las personas no consumen lo mismo en TikTok que en Instagram o Pinterest. Y ahí, otra vez, IKEA lo hace muy bien.

Conclusión: una marca que se vive, no solo se compra

Después de ver cómo IKEA trabaja su estrategia de contenido de redes sociales, queda claro que no estamos ante una marca que simplemente “está” en redes, sino que las habita con intención, coherencia y mucha inteligencia emocional.

Lo que más me sorprende es cómo consiguen que el contenido no suene a venta, aunque te estén mostrando productos todo el tiempo. IKEA ha entendido que las redes sociales no son escaparates, sino espacios de conversación, de inspiración y de vida cotidiana. Y ahí es donde ha construido su valor: en ser útil, cercana, culturalmente relevante y, sobre todo, humana.

Cada publicación, cada colaboración con influencers, cada meme local o campaña global está pensada para conectar primero y vender después. Y esa es una lección que muchas marcas todavía están aprendiendo.

En resumen: IKEA ha logrado llevar su identidad de marca más allá de las tiendas, de los catálogos y de los productos. La ha llevado a nuestros móviles, a nuestros algoritmos y, de algún modo, a nuestras rutinas digitales. Porque al final, su estrategia funciona tan bien por una razón muy simple: IKEA no solo vende cosas para la casa. IKEA se mete en casa con nosotros.

 

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